jueves, 12 de junio de 2008

Máquinas Perfectas. Hoy Renault FW15C


Hoy hablare de un coche que reescribió la historia de la Formula 1. Este es el padre de los monoplazas actuales.
En 1992 el duo formado por Williams y Renault dominaban la F1. El FW14B coronó a Nigel Mansell como campeón del mundo y a su compañero Ricardo Patrese como subcampeón. Se buscaba un digno sucesor para esa obra de la ingeniería que era el 14B y del que sus rivales solo conocían su alerón trasero.
Cuando el mundo pensaba que el 14B era totalmente insuperable nació la criatura. Su nombre FW15C y su misión, hacer historia.
Para la temporada 1993 Williams cambió su elenco de pilotos. Damon Hill y un tal Alain Prost que volvía tras un año sabático serian los encargados de sentarse en esta obra maestra de la ingeniería moderna. 

Empezaré hablando del motor Renault V10 RS5 que montaba. 800cv. 3.5 litros, 15.000 R.P.M. y 40 válvulas en posición central eran el corazón de esta máquina de tiempos. Una brutalidad para la época. 15 poles hablan por si solas. Sin duda el complemento perfecto para todas las innovaciones que el 15C enseñaría al mundo.

El monoplaza fue revolucionario, un verdadero cerebro con cuatro ruedas. Su sistema de aceleración inteligente era accionado por un sistema de cables electrónicamente algo impensable en esos años. Su caja de cambios controlada por un sistema electrónico hacía que el 15C en la practica solo tuviese 4 marchas pero las variantes eran infinitas. Control de válvulas computerizado y un complejo sistema de antibloqueo de ruedas en la frenada (ABS) hacían a este monstruo un verdadero dolor de cabeza a la hora de configurar para el piloto e ingenieros, pero en la pista era imbatible.

Pero si todo esto fuese poco no es ni de lejos lo mejor. Lo que realmente hizo que este coche sea un hito de la historia, algo especial, un verdadero ganador fue su sistema de suspensión activa. La primera asistencia a la conducción de la F1.
Básicamente esta suspensión inteligente anulaba las ondulaciones en las pistas y hacia que el paso por curva del monoplaza fuese insuperable.

El resultado: Título del Mundo para Alain Prost y de constructores para el equipo Canon Williams Renault con el doble de puntos que el segundo clasificado.

Ayrton Senna lo dijo todo sobre este coche "Es un coche de otro planeta".


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