viernes, 1 de agosto de 2008

Máquinas Perfectas. Ferrari F1-2000


21 largos y duros años han tenido que esperar en Maranello para alzarse con el anhelado título y como no podía ser de una forma menos gloriosa el F1-2000 pasó a la historia, el encargado de hacer semejante hazaña, Michael Schumacher, como no. El heptacampeón del mundo, el más grande, el más laureado, la leyenda más importante del automovilismo y el Ferrari F1-2000. El mejor dúo posible, la gloria en su máxima expresión.

Pero hablemos del coche. El motor v10 con un ángulo más abierto que su predecesor permitia bajar el centro de gravedad del monoplaza, lo que conlleva una mejora aerodinámica importante. Su motor, Ferrari 049 v10, trasero longitudinal, de 3000cm2 rendía una potencia de 770cv a 17.800 rpm y catapultaban al F1-2000 hasta los 350 km/h de punta. Un verdadero monstruo. Transmisión con caja de cambios Ferrari, longitudinal trasera secuencial semiautomática de 7 velocidades. 450 kg en vacío de peso daban una relación peso/potencia de 0.58 cv/kg. Suspensiones delanteras y traseras independientes, brazos transversales, trapecios dobles. Inyección electrónica Magnetti Marelli... ¡Simplemente perfecto!. O como diría Enzo Ferrari. Bello, ¡molto bello!.

Todo esto no serian mas que números sin sentido si no fuese por Schumacher. Desde la primera carrera del F1-F2000 la cosa estaba clara. Era el coche a batir.Tres carreras tres victorias. Los McLaren (coches referencia hasta la fecha) estaban vendidos. Este año si el cavallino volvería por sus fueros. La victoria final para el bávaro fue por 19 puntos, algo que aunque en principio no suene muy aplastante siempre quedará la duda de que si el infortunio no se cebase en la figura del germano en tres ocasiones la victoria habría sido mucho mas aplastante. Un dado, en todas las carreras que disputó el F1-2000 se subió al podio, bien Michael Schumacher o Rubens Barrichello. Demoledor.

Su principal novedad, el capó. La menos altura del motos dejó via libre a los ingenieros para diseñar un capó diferente. La novedad era su forma acampanada diferente a la típica rectangular de los coches hasta la fecha. El capó era ás alto en la zona central trasera, justo la zona del motor, y desde esta zona a ambos extremos del coche la altura de la carrocería se hacía más cercana al suelo. Con eso se conseguía, reducir los radiadores, con lo que aligeraban peso y lo más importante, eliminar unos centímetros de altura en la zona que ofrece mayor resistencia al viento. La perfección.

Todos estos datos unidos a la increíble fiabilidad demostrada por el monoplaza hicieron del F1-2000 el coche referente en la primera temporada del siglo. Un coche único, un piloto único y la gloria recuperada de una escudería única.